22 jan, 2020 • 10:22
De imediato, ao saber da triste notícia do falecimento de Tato Quiñones, trazemos à memória gratos encontros que tivemos, em atividades de cooperação em pesquisas propiciadas pelo Instituto Cubano de Investigação Cultural Juan Marinello com o Projeto Nova Cartografia Social. Durante a 1ª Jornada Cuba -Brasil de Cartografias Sociales, realizada em abril de 2015, conhecemos suas atividades sobre temas vinculados às tradições afrocubanas, socioculturais e raciais, além de atividades no âmbito audiovisual, como roteirista (participou nos filmes Ashé Moyuba Orisha, sobre a santeria cubana e Nganga Kiyangala acerca da religião dos congos em Cuba).
Nessa Jornada de 2015, Tato Quiõnes somou-se ao grupo que esteve em La Marina, bairro de Matanzas, para retomar encontros, visitar algumas casas tradicionais e lançar o seu livro: Asere Núncue Itiá Ecobio Enyene Abacuá.
Novamente, em 2018 quando foi organizada a 2ª Jornada Seminario Internacional – Cartografías sociales e Seminário y miradas de las comunidades, em abril de 2018, também em Havana, Cuba, Tato Quiñones esteve no Instituto Cubano de Investigação Cultural Juan Marinello. Sobre aquele evento escrevemos uma noticia:
magistralmente ofreció perspectivas del trabajo realizado y el que se aspira poder continuar. Tato Quiñones que se define como un “hombre del fondo del calderón” hizo una reflexión sobre “el futuro de la relación entre los pueblos que es diferente a la cooperación de los Estados que pueden romperse; entre la gente significa compromiso que se asume con la gente, sobre todo los del fondo del calderón, talvez porque ella puede servir a la solidaridad latinoamericana”. En emocionadas palabras hizo la memoria de sus “trabajos comunitarios en barrios de La Habana, que fueron mucho más míos y así compartir lo que no se puede hacer”. Cito entre ellos la publicación, en 1959, de una revista llamada Juventud. Otro intento fue en el barrio Buena Vista de criar el Social Club de Buena Vista que era formado por negros y llegaron a formar una sociedad. Tuvieron una iniciativa de agrupación musical, de alfabetización, de cursos de superación cultural. Con el triunfo de la revolución vino a menos. Otra experiencia fue en La Ceiba de la Punta Grande. La última memoria, relatada con intensidad fue sobre el barrio La Marina, Matanzas, que conoció en 1954 y que describió profundamente en el recuerdo de su tía Matilde. Recordó el puerto y los detalles del barrio con su sindicato de portuarios, con los burdeles, las prostitutas y con las devociones, entre ellas a Nuestra Señora de la Regla. En 1970, regresó en varias oportunidades a Matanza para discutir la sobrevivencia de los Abacuá. Las visitas terminaban con los espectáculos de rumba. Los viajes más recientes del escritor para esa ciudad fueron con Bárbara Oliveira y Daniel Brasil.
Tivemos a bela satisfação de ter estado ao seu lado, compartilhado de suas ideias radicais e de profundo compromisso social, suas preocupações e sonhos. São os sonhos que perduraram como luzes para o futuro e que inspiram a nós, que aqui seguimos nossa caminhada.
Tato Quiñones nos deixa imensa saudade. É uma das grandes referências em Cuba, e no contexto da Diáspora Africana, dos estudos sobre as tradições afrocubanas, tais como a “Santeria” e a “Abakuá”, além de ter sido um ativista importante em prol dos direitos e da luta contra o racismo. Seu cotidiano esteve vinculado a um compromisso social profundo, com as comunidades periféricas, do “fundo da caldera”, usando suas próprias palavras.
Achè Tato Quiñones!